En el poema “Alta traición”, el escritor José Emilio Pacheco dice que no
amaba a su patria, pero daría la vida por algunos lugares suyos como
“puertos, bosques de pinos, fortalezas, una ciudad deshecha, gris,
monstruosa, varias figuras de su historia, montañas, y tres o cuatro
ríos”. En estas líneas el autor mexicano resaltaba la relación tan
estrecha entre ciudad y naturaleza mediante un lenguaje poético que
apelaba las emociones. Evocar ese tipo de sentimientos por medio de la
literatura es el propósito de la primera edición del Premio Ciudad y
Naturaleza José Emilio Pacheco, el cual tiene una bolsa de 10 mil dólares para quien resulte ganador.
Eduardo Santana Castellón, director del Museo de Ciencias Ambientales del Centro Cultural Universitario de la Universidad de Guadalajara; quien junto a Marisol Schulz, directora de la Feria Internacional del Libro (FIL) coordina el galardón, destaca que este responde a la nueva época que vivimos en el país y el resto del mundo en relación a la crisis que estamos viviendo de cómo interactuamos con la naturaleza. “La crisis ambiental y la de valores que nos ha llevado a esta terrible situación de pérdida de biodiversidad, cambio climático, perdida de agua, escasez de agua, inclusive pérdida de capacidad de producción de alimentos para sustentar a las sociedades humanas”.
El también investigador del Instituto Manantlán de Ecología y Conservación de la Biodiversidad, en el Centro Universitario de la Costa Sur puntualiza que este galardón es el primero en su tipo en la lengua castellana, debido a que por una parte ya existe una tradición de divulgación científica y también hay una tradición de novela y cuento que ocurre en un ambiente o escenario natural, o en ciudades. “Pero no hay algo que toque las sensibilidades por el entorno natural y el urbano. Por ejemplo la poesía de José Martí y Ernesto Cardenal ha sido reconocida por cómo se finca una experiencia de la naturaleza. Pablo Neruda en sus odas tenía hasta la erosión, o los cuentos de Agustín Yáñez o Juan Rulfo tienen eso, pero la interacción entre el ser humano y la naturaleza, o sus consecuencias no son tan explícitas, por eso consideramos que existe la necesidad de promover literatura que tome eso en cuenta”.
Santana Castellón resalta que este año el género participante será poesía y el siguiente cuento, y cada año irán alternando. También indica que podrán participar textos inéditos o que ya hayan sido publicados hace menos de cinco años, de parte de autores de México y otros países con el resultado de que el idioma sea español o castellano. La convocatoria cierra el próximo 30 de junio.
¿Por qué nace de un museo y se toma el nombre del escritor para el premio?
Eduardo Santana explica que el premio nace en el Museo de Ciencias Ambientales (que será inaugurado en 2018) primero porque este espacio tiene como meta explorar cómo una ciudad aparentemente autosuficiente e independiente de su entorno, depende de la naturaleza para subsistir. “El propósito del museo es comprender la ciudad e inspirar la conservación de la naturaleza que la sustenta”.
El académico subraya que esto tiene suma importancia debido a que nos encontramos en una situación inédita en la historia de la humanidad, ya que desde 2007 se diagnosticó que la mayoría de los habitantes del mundo viven en ciudades o zonas urbanas. “Y ese porcentaje va a seguir aumentando, el futuro del planeta será en la ciudad, ¿y quiénes son los que menos entienden que ésta no sobrevive sola? Los que viven en ella, a veces no saben de dónde viene la leche, los huevos, la carne, los frijoles, las tortillas, desconocen de dónde viene la energía, el agua e igual de preocupante, hacia dónde va el líquido”.
Mientras que la elección de que el premio se llamara José Emilio Pacheco fue porque este autor es de los pocos poetas que en su trabajo manifestaban un amor tanto por la naturaleza como por la ciudad. “Él combinaba las dos cosas, es un poeta crítico que no tenía una actitud complaciente hacia su realidad social. Esa visión de hacer odas a la ciudad que amaba y él veía que se destruía y a la misma vez hablar de naturaleza, es la razón por la que se escogió, creemos que él hubiera sido el primer poeta en ganar este premio”.
El investigador añade que el galardón fue diseñado por un comité de honor en el que participaron, entre otras personalidades, las escritoras Cristina Pacheco y Mónica Lavin y el arquitecto Fernando González Gortázar.
Información del premio
Para mayores informes sobre el galardón se pone a disposición del público el correo coorgeneralmca@centrocultural.org.mx o a los teléfonos 3836-0830 extensión 7.
Eduardo Santana Castellón, director del Museo de Ciencias Ambientales del Centro Cultural Universitario de la Universidad de Guadalajara; quien junto a Marisol Schulz, directora de la Feria Internacional del Libro (FIL) coordina el galardón, destaca que este responde a la nueva época que vivimos en el país y el resto del mundo en relación a la crisis que estamos viviendo de cómo interactuamos con la naturaleza. “La crisis ambiental y la de valores que nos ha llevado a esta terrible situación de pérdida de biodiversidad, cambio climático, perdida de agua, escasez de agua, inclusive pérdida de capacidad de producción de alimentos para sustentar a las sociedades humanas”.
El también investigador del Instituto Manantlán de Ecología y Conservación de la Biodiversidad, en el Centro Universitario de la Costa Sur puntualiza que este galardón es el primero en su tipo en la lengua castellana, debido a que por una parte ya existe una tradición de divulgación científica y también hay una tradición de novela y cuento que ocurre en un ambiente o escenario natural, o en ciudades. “Pero no hay algo que toque las sensibilidades por el entorno natural y el urbano. Por ejemplo la poesía de José Martí y Ernesto Cardenal ha sido reconocida por cómo se finca una experiencia de la naturaleza. Pablo Neruda en sus odas tenía hasta la erosión, o los cuentos de Agustín Yáñez o Juan Rulfo tienen eso, pero la interacción entre el ser humano y la naturaleza, o sus consecuencias no son tan explícitas, por eso consideramos que existe la necesidad de promover literatura que tome eso en cuenta”.
Santana Castellón resalta que este año el género participante será poesía y el siguiente cuento, y cada año irán alternando. También indica que podrán participar textos inéditos o que ya hayan sido publicados hace menos de cinco años, de parte de autores de México y otros países con el resultado de que el idioma sea español o castellano. La convocatoria cierra el próximo 30 de junio.
¿Por qué nace de un museo y se toma el nombre del escritor para el premio?
Eduardo Santana explica que el premio nace en el Museo de Ciencias Ambientales (que será inaugurado en 2018) primero porque este espacio tiene como meta explorar cómo una ciudad aparentemente autosuficiente e independiente de su entorno, depende de la naturaleza para subsistir. “El propósito del museo es comprender la ciudad e inspirar la conservación de la naturaleza que la sustenta”.
El académico subraya que esto tiene suma importancia debido a que nos encontramos en una situación inédita en la historia de la humanidad, ya que desde 2007 se diagnosticó que la mayoría de los habitantes del mundo viven en ciudades o zonas urbanas. “Y ese porcentaje va a seguir aumentando, el futuro del planeta será en la ciudad, ¿y quiénes son los que menos entienden que ésta no sobrevive sola? Los que viven en ella, a veces no saben de dónde viene la leche, los huevos, la carne, los frijoles, las tortillas, desconocen de dónde viene la energía, el agua e igual de preocupante, hacia dónde va el líquido”.
Mientras que la elección de que el premio se llamara José Emilio Pacheco fue porque este autor es de los pocos poetas que en su trabajo manifestaban un amor tanto por la naturaleza como por la ciudad. “Él combinaba las dos cosas, es un poeta crítico que no tenía una actitud complaciente hacia su realidad social. Esa visión de hacer odas a la ciudad que amaba y él veía que se destruía y a la misma vez hablar de naturaleza, es la razón por la que se escogió, creemos que él hubiera sido el primer poeta en ganar este premio”.
El investigador añade que el galardón fue diseñado por un comité de honor en el que participaron, entre otras personalidades, las escritoras Cristina Pacheco y Mónica Lavin y el arquitecto Fernando González Gortázar.
Información del premio
Para mayores informes sobre el galardón se pone a disposición del público el correo coorgeneralmca@centrocultural.org.mx o a los teléfonos 3836-0830 extensión 7.
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