La familia de Federico García Lorca
y las autoridades españolas se enfrentan por qué destino dar al legado
del dramaturgo y poeta, que debía ser puesto en valor en un centro
especialmente construido a este efecto en Granada, pero sigue almacenado
en Madrid.
El último capítulo de este enfrentamiento tuvo lugar esta semana, tras la decisión tomada el lunes por el ministerio español de Cultura de clasificar los dibujos, manuscritos y cartas del escritor en la categoría de "bienes de interés cultural", lo que impide su venta en el extranjero.
La fundación García Lorca, presidida por la sobrina nieta del poeta y dramaturgo, Laura García Lorca, expresó este miércoles su descontento, afirmando en un comunicado que "no ha sido consultada ni informada" al respecto.
El objetivo de esta clasificación es evitar que se esparzan estos tesoros y garantizar que permanecen en España, según el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle.
La decisión tiene lugar después que, desde hace unos meses, la fundación se niegue a transferir estos bienes al centro García Lorca de Granada, en el sur del país, inaugurado en julio de 2015 y destinado en un principio a recibir el legado del escritor. Fue financiado en parte con dinero público, incluida una donación de Noruega de 4 millones de euros.
El centro debía haber sido inaugurado con bombo y platillo en 2015, pero en la actualidad sólo una parte está operativa.
Para explicar su resistencia, la fundación alude a desacuerdos sobre la supervisión del centro y su lugar en esta nueva estructura.
La fundación está además en conflicto con el Estado español y varias empresas debido a deudas millonarias relacionadas con la construcción del centro.
Existe además un procedimiento judicial en curso, a raíz de una denuncia presentada por Laura García Lorca en 2015 contra el exgerente de la fundación por falsificación documental y malversación de fondos.
Mientras tanto, la fundación podría haberse visto tentada a vender una parte de los bienes para pagar sus deudas, en particular las privadas, asegura una fuente cercana a las negociaciones entre la institución y el Estado que pide el anonimato, para explicar la clasificación del legado como "bien de interés cultural".
Los documentos de García Lorca, guardados actualmente en la Residencia de Estudiantes de Madrid donde vivió el poeta, incluyen más de 2,000 hojas manuscritas y otras 2,000 de correspondencia, libros y revistas, obras de arte que le pertenecían y dibujos firmados por él, afirma el gobierno regional de Madrid.
El último capítulo de este enfrentamiento tuvo lugar esta semana, tras la decisión tomada el lunes por el ministerio español de Cultura de clasificar los dibujos, manuscritos y cartas del escritor en la categoría de "bienes de interés cultural", lo que impide su venta en el extranjero.
La fundación García Lorca, presidida por la sobrina nieta del poeta y dramaturgo, Laura García Lorca, expresó este miércoles su descontento, afirmando en un comunicado que "no ha sido consultada ni informada" al respecto.
El objetivo de esta clasificación es evitar que se esparzan estos tesoros y garantizar que permanecen en España, según el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle.
La decisión tiene lugar después que, desde hace unos meses, la fundación se niegue a transferir estos bienes al centro García Lorca de Granada, en el sur del país, inaugurado en julio de 2015 y destinado en un principio a recibir el legado del escritor. Fue financiado en parte con dinero público, incluida una donación de Noruega de 4 millones de euros.
El centro debía haber sido inaugurado con bombo y platillo en 2015, pero en la actualidad sólo una parte está operativa.
Para explicar su resistencia, la fundación alude a desacuerdos sobre la supervisión del centro y su lugar en esta nueva estructura.
La fundación está además en conflicto con el Estado español y varias empresas debido a deudas millonarias relacionadas con la construcción del centro.
Existe además un procedimiento judicial en curso, a raíz de una denuncia presentada por Laura García Lorca en 2015 contra el exgerente de la fundación por falsificación documental y malversación de fondos.
Mientras tanto, la fundación podría haberse visto tentada a vender una parte de los bienes para pagar sus deudas, en particular las privadas, asegura una fuente cercana a las negociaciones entre la institución y el Estado que pide el anonimato, para explicar la clasificación del legado como "bien de interés cultural".
Los documentos de García Lorca, guardados actualmente en la Residencia de Estudiantes de Madrid donde vivió el poeta, incluyen más de 2,000 hojas manuscritas y otras 2,000 de correspondencia, libros y revistas, obras de arte que le pertenecían y dibujos firmados por él, afirma el gobierno regional de Madrid.
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