El Consejo Directivo de la Cámara Nacional de la Industria Editorial
Mexicana (CANIEM), constituido en jurado calificador, decidió con base
en las propuestas presentadas por los afiliados otorgar el Premio Juan
Pablos, 2018, al Mérito Editorial, al editor Rogelio Villarreal Cueva,
por su destacada labor editorial de más de 40 años en los que ha
ejercido como editor y directivo en la industria editorial. Con esta
distinción se convierte en el cuadragésimo personaje en recibir este
premio.
El Premio Nacional Juan Pablos al Mérito Editorial, que la CANIEM
entrega desde 1978, tiene como finalidad promover el reconocimiento
público, estimular la actividad editorial, mejorar la calidad de las
publicaciones y galardonar a las personas que han dejado honda huella
con su actividad editorial.Este reconocimiento se otorga a quien se haya
dedicado a lo largo de su vida a la difusión de la cultura a través del
libro o de las publicaciones periódicas en funciones de dirección,
planeación y organización de una empresa editorial.
Rogelio Villarreal Cueva nació en Orizaba, Veracruz. En 1977, a los
17 años de edad obtuvo su primer empleo en el campo de los libros, como
vendedor, en el grupo de empresas que en aquellos años presidía
Guillermo Menéndez Castro, toda una leyenda del mundo de la venta
directa. En ese mercado permaneció durante los siguientes ocho años,
escalando algunas posiciones hasta ocupar una dirección divisional de
ventas.
En 1985, entró a laborar en el Grupo Editorial Patria, dirigido por
René Solís Brun, donde llegó a ocupar el puesto de director comercial
del grupo, que tenía entonces una operación multi-mercado: una
tradicional presencia en el mercado de libros de texto de educación
básica, pero también en el de diversos sellos de interés general y
universitario, entre ellos Promexa, Nueva Imagen y Alianza Editorial
Mexicana, ésta última filial del célebre sello fundado en 1966 por un
grupo de intelectuales españoles.
A finales de los años 80, tanto Alianza como Patria fueron adquiridas por el Grupo Anaya, bajo la presidencia de su fundador Germán Sánchez Ruipérez, uno de los grandes editores de nuestra lengua. Tras una década de trabajo, de oportunidades, de aprendizaje y de formación con jefes y colegas de altísimo nivel profesional y humano, llegaron tiempos de cambio para Rogelio Villarreal.
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