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Almiar de Emociones

Si no te gusta la poesía no pierdas el tiempo con este libro. Pero si te gusta, este libro será, sin duda un libro que te atrapará y causará un profundo efecto en tu interior. Este libro, el primero de la trilogía, nos regala un viaje al corazón de algunas de las emociones que nos envuelven cotidianamente, no por ello menos sorprendentes. El autor nos describe de la siguiente forma la relación entre la poesía y las emociones: Era joven y guapa, estuvo mirándome toda la sesión mientras yo recitaba mis poemas con voz de tenor. Al acabar se me acercó y me dijo: “no sabes cómo me ha gustado tu poesía, todo lo que ha pasado dentro de mi cuerpo y a flor de mi piel. Creo que nunca lo olvidaré. Y eso que no he entendido nada” Eso es la emoción, un sentir sin saber, una cadencia, un ritmo que nos impone extrasístoles inesperadas, sin llegar a comprender, tal vez, la totalidad de lo expresado, y aún así sentirlo completamente.

Haciendo Planes, de Karmelo C. Iribarren

Karmelo C. Iribarren nació en San Sebastián en 1959. Es autor de los siguientes libros: Bares y noches (Ateneo Obrero de Gijón, 1993), La condición urbana (Renacimiento, 1995), Serie B (Renacimiento, 1998), Desde el fondo de la barra (Línea de fuego, 1999), La frontera y otros poemas (Renacimiento, 2005), Ola de frío (Renacimiento, 2007), Atravesando la noche (Huacanamo, 2009), Versos que el viento arrastra (El Jinete Azul, 2010), Otra ciudad, otra vida (Huacanamo, 2011), Las luces interiores (Renacimiento, 2013), La piel de la vida (Baile del sol, 2013) y Diario de K. (Renacimiento, 2014). Su obra ha sido objeto de las siguientes antologías: Gainontzekoa, kontuak dira (Erein, 2000), La ciudad (Renacimiento, 2002, 2008 y 2014), El tamaño de los sueños (Anaya, 2006), Un leve guiño de luz hacia la sombra (Ediciones 4 de Agosto, Planeta Clandestino, 2011) y No hay más (Zindo & Gafuri, Buenos Aires, 2014). En el volumen Seguro que esta historia te suena (Renacimiento,

Homenaje a Wadis Echeverri

La VII Semana de la Poesía, que se celebra por estos días en Manizales, le rindió este jueves un homenaje al ‘comandante’ Wadis Echeverri, del movimiento literario conocido como los ‘alzados en almas’, el mismo al que perteneció la poetisa María Mercedes Carranza. Fue ella quien lo llamó el ‘poeta jardinero’ por primera vez, porque desempeñó ese oficio en la Casa de Poesía Silva en Bogotá. Además, es reconocido como uno de los últimos nadaístas colombianos, a pesar de que él cuenta que rechazó a su colega Gonzalo Arango, líder de ese movimiento en el país, cuando le propuso unirse a él.   Echeverri nació en Filadelfia (Caldas) y cumplirá 68 años el próximo 21 de marzo. La fecha coincide con el Día Internacional de la Poesía instituido desde 1999 por la Unesco. “Un poema es el montón de cenizas que quedan después de prenderle fuego al mundo”, citó él de su poema 'Niños de Sien' durante una tertulia en el hotel Varuna, previa a la ceremonia, en la que compartió con colega

Patricia Helena Fierro Vitola, 'Metamorfosis'

Ingeniera y experta en marketing escribió obra 'Metamorfosis', como una terapia para sanar heridas. Es difícil imaginar que a los 13 años se pueda escribir sobre dolor, amor o soledad y más aún convertirlo en un libro de poemas. Para la poetisa Patricia Fierro escribir se convirtió en la forma de expresar sus sentimientos. Según ella, "se requiere de mucha sensibilidad, captar en las cosas más sencillas los sentimientos más puros”.   “Cuando tienes dentro de ti letras que necesitan nadar hacia la superficie para ver la luz y evitar ahogarte, descubres en la composición de versos una forma en la que tus sentimientos perduren fuera del agua”, dice. Su primer libro Collage, trazos de existencia lo lanzó en el 2010, una recopilación de sus primeros poemas dedicados al amor, los viajes, la vida y a la ausencia, los describe como “letras inocentes que nacieron de la gran sensibilidad que tengo por la vida”. Metamorfosis, su segundo libro, es para ella una trans

Tu oscuro nombre, de Alfredo Piquer Garzón en la Feria del Libro de Madrid

El poeta Alfredo Piquer Garzón vuelve a alzarse en la palabra, esta vez lo hace bajo el hechizo de la mitología clásica, por la fascinación de lo olvidado y por los pecios de todos nuestros naufragios. "Tu oscuro nombre" , el nuevo título que la editorial Cuadernos del Laberinto publica en su colección Anaquel de poesía, es un reconocimiento, un compromiso ardiente que señala la importancia de la memoria.   Es el propio poeta quien reconoce que este, su cuarto poemario, está escrito desde la sinceridad , e insiste en que la poesía es todo menos un acto mecánico. La poesía implica desgarro a pesar de la hipotética retórica, y es por eso que la poesía —la obra de arte — es quien nos utiliza como meros artífices. Oscuros nombres; tu oscuro nombre. Porque todos los nombres que denominaron hechos, personas, vivencias, sentimientos, se oscurecen poco a poco en la memoria; la oscuridad envuelve asimismo las palabras dichas y los pecios de todos nuestros naufragios. Y porque a