Los derechos de la última novela del mexicano Álvaro Enrigue, Ahora me rindo y eso es todo (Anagrama,
2018), han sido adquiridos por Riverhead (Estados Unidos) a través de
la agente Ria Julien de Frances Goldin Literary Agency. Igualmente, la
novela será públicada por Harvill Secker (Reino Unido y la
Commonwealth), Companhia das Letras (Brasil), Gyldendal (Dinamarca),
Feltrinelli (Italia), Buchet Chastel (Francia), y Blessing (Alemania).
La novela arranca con la vindicación de la escritura y la construcción
de un paisaje. Ese paisaje es fronterizo ─entre México y Estados
Unidos─, y en él irán apareciendo personajes, del pasado y del presente.
Asoman misioneros, colonos y también los otros, los indios de las
tribus ya civilizadas o aún salvajes. Asoma una mujer que huye por el
desierto, y un militar que persigue por ese desierto a unos indios que
han robado ganado. Y también el mito de Gerónimo, el apache rebelde, y
un escritor que recorre esos parajes en busca de las huellas de la
historia... Álvaro Enrigue ganó el 'Premio de Primera Novela Joaquín
Mortiz' en 1996 con La muerte de un instalador (Joaquín Moritz, 1996). Su anterior novela, Muerte súbita (Anagrama,
2013) le hizo acreedor en 2013 del 'Premio Herralde de novela', y el
'Premio Ciudad de Barcelona de literatura en lengua castellana'; además
del 'Premio Iberoamericano de novela Elena Poniatowska' en 2014.
Treinta años después de su publicación original (1978), la editorial Wunderkammer nos presenta una revisión de Sol negro. Depresión y melancolía , tal vez uno de los textos más conocidos de la filósofa y psicoanalista Julia Kristeva (Bulgaria, 1941). Sol negro es uno de esos textos que pueden hacer que pases una noche en vela: el análisis que propone de la tristeza es punzante, los ejemplos clínicos de depresión femenina pueblan de imágenes terribles los intentos de conciliar el sueño. Sol negro alcanza lo íntimamente personal, y quizá esto sea lo que lo hace más significativo. Tener de nuevo el libro entre mis manos me daba miedo por dos razones radicalmente opuestas: me asustaba la idea de que me afectara del mismo modo que lo hizo la primera vez, pero aún temía más que me decepcionara y no superase la barrera de las circunstancias. No ha sido el caso. Un segundo acercamiento –y tal vez ese sea el sentido de realizar la revisión de un texto– permite hacer una lectu...
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