El cuento de la criada, plantea un futuro horrible donde las mujeres
casi no tienen derechos y todo se articula en torno a una religión
inventada por los poderosos. La religión siempre causante de tantos
totalitarismo es de nuevo la justificación junto con el miedo para
imponer la perdida de las libertades. El miedo, los atentados y algunos
accidentes medio ambientales hacen que los distintos países tomen
diferentes medidas proteccionistas En el caso de este libro nos cuenta
las medidas extremas tomadas por la sociedad de Gilead.
La novedad de esta novela ha sido para mi, que aunque hablamos de una
historia ambientada en el futuro todo nos recuerda al pasado. Es como
si en el futuro volviéramos a una comunidad arcaica. Los uniformes de
las criadas recuerdan las tocas luteranas. La sociedad se estructura en
torno a la figura del hombre y sólo unos privilegiados pueden tener
familia y criadas. Las criadas son las escasas mujeres fértiles que no
son propietarias de su cuerpo. Lo ceden a una determinada familia de los
sectores privilegiados durante un tiempo con el fin de procrear para
salvarse de una muerte segura. Lo peor que tampoco serán las madres de
las criaturas que nazcan, eso si nacen sin deformidades. Lo mas curioso
del libro es conocer cómo se articula esa situación familiar tan
extraña, donde las mujeres se ven obligadas a convivir en una especie de
harén donde cada una tiene su función. Es una distribución que recuerda
a las sociedades islámicas en su desigualdad.
No hay caprichos ni lujos y los poco privilegios existentes están en
manos de los dirigentes. No quiero desvelar mucho de la sociedad que
narra la historia porque en ir descubriendo poco a poco los pilares de
esta sociedad es la clave de la narración. Lo mas terrible de todo es
que a pesar de ser ficción no está tan lejos de la realidad y todo es
sorprendente verosímil. Incluso la doble moral de los dirigentes que
prohiben a los demás lo que se permiten así mismos.
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