Si tras la tormenta
viene la calma, tras el dolor debería aparecer la alegría; pero en el caso de
Mariví García Gallego, lo que inundó su alma tras lograr mitigar el duelo fue
el amor. Y ese es el personaje central de su segundo libro de poesía “Mujer y niña”, editado con esmero por los madrileños Cuadernos
del Laberinto y con ilustraciones en color de Miguel Ángel Herrero Olivares.
Sí, el personaje o columna vertebral de ““Mujer y niña” es un amor
de mujer, desde sus dos vertientes más visibles: el que se siente como
enamorada y el que se siente como madre. De esta forma, al poeta leonesa
articula sus poemas en dos grandes bloques usando la forma musical, el ritmo y
la rima sencilla como estructura y hogar de la palabra sincera.
Mariví García Gallego ya despuntó este mismo año con Duelo de almas (Playa de
Ákaba, 2017) y ahora se confirma como poeta honda y apegada a la emoción.
—Su segundo poemario “Mujer y niña” (Cuadernos del Laberinto, 2017)
es un canto a la vida y al amor, un giro de 180º en relación con su anterior
libro “Duelo de almas” (Playa de Ákaba, 2017) en donde el dolor era el tema
central. ¿Es un reflejo del camino que va transitando su vida? ¿La poesía y la
creación deben ser autobiográficas para tener este tinte de realidad?
— “Duelo de almas” es todo dolor. Yo utilizo la escritura como
terapia. Una vez superado el dolor, dentro de mí sólo quedó amor y ternura.
Empecé a escribir poemas de amor y poemas tipo nana.
Todo está dentro de mí, pero no se puede decir que sea autobiográfico.
Hay que poner el alma en lo que se hace para que tenga ese tinte de realidad, y
llegue al lector con intensidad.
—Los versos de “Mujer y niña” muestran una sensibilidad tremenda,
pero al mismo tiempo son los muros de una personalidad fuerte que se ha
enfrentado a la adversidad y no se ha derrotado. ¿Es el amor el punto de
salvamento?
—El amor lo puede todo, pero el amor en el más extenso sentido de la
palabra, no ciñéndonos al enamoramiento. El amor puro. Empezando por uno mismo,
por todos, por todo aquello que te rodea, por todo lo que te hace feliz.
—El poemario está dividido en dos partes que reflejan el amor de la
mujer adulta, y el amor de una madre (estos últimos en forma de nana). ¿Cómo
surgió esta bilocación poética?
—De forma natural, sin pensarlo. Una vez escritos los poemas hice la
división material.
—¿Está su poesía destinada al público femenino?
—No, para nada. Gusta tanto a hombres como a mujeres. El dolor y el
amor no tienen género.
—¿Cómo es su forma de trabajar, su proceso creativo, cómo rompe con
la página en blanco?
—Llevo una libreta pequeña en mi bolso y apunto todo lo que se me
ocurre, a cualquier hora del día y en cualquier lugar. Más tarde, en casa le
doy forma.
—¿Cuáles son sus referentes en poesía, qué libros son los
imprescindibles en su biblioteca?
—Mi referente en poesía es Gustavo Adolfo Bécquer y sus famosas
rimas, sus poemas del alma.
El libro imprescindible en mi biblioteca, “El amor en los tiempos del
cólera”, de Gabriel García Márquez. Lo leí en mi adolescencia y me marcó.
Siempre soñé con vivir un amor así, y no desespero…
"Mujer y niña", de Mariví García GallegoEditorial Cuadernos del Laberinto
Coleccción Berbiquí de poesía, nº18
108 páginas • I.S.B.N: 978-84-947160-6-5 • 12€
Ilustraciones: MIGUEL ÁNGEL HERRERO OLIVARES
Prólogo de CARLOS AUGUSTO CASAS
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